Las tecnologías de virtualización proporcionan la base para una nube privada, donde los recursos de TI se separan de los dispositivos físicos. Para captar por completo los beneficios de una nube privada, se requiere una infraestructura optimizada para la virtualización y fuertemente integrada.

En la nube privada, los recursos de TI son propiedad de una única organización y están dedicados a esta, se comparten en esta y se proporcionan como servicio a través de Internet o una LAN. Los recursos suelen localizarse y administrarse dentro de la organización, pero también puede alojarlos o administrarlos terceros, lo que se llama nube privada virtual. IsaVel puede ofrecer nubes privadas virtuales a empresas sin importar su tamaño.

Pasar de un ambiente de TI tradicional a una nube privada y proporcionar TI como servicio (ITaaS) requiere también nuevas funciones, habilidades y significativos cambios operativos, con IsaVel esta fase se hace de forma ágil y sin sorpresas.. Los usuarios obtienen acceso a los servicios a través de su catálogo de autoservicio de configuraciones predefinidas, con uso medido y auditado.

Los servicios ofrecidos con mayor frecuencia en la nube privada son:

Software como servicio (SaaS): software que se ejecuta en servidores en el centro de datos de la organización (o en servidores dedicados en un site de alojamiento de terceros), en vez de estar instalado o administrado en las computadoras de los usuarios. Se obtiene acceso al software a través de Internet o una LAN.

Infraestructura como servicio (IaaS): se proporciona cómputo, almacenamiento, redes y otros elementos de infraestructura (seguridad, herramientas, etc.) a partir de un pool común a través de Internet o una conexión de LAN. Los usuarios administran los sistemas operativos, las aplicaciones y la información que se ejecutan en la infraestructura.

Plataforma como servicio (PaaS): se proporciona todo el software y el hardware necesarios para crear y operar aplicaciones basadas en la nube a partir de un pool común y se obtiene acceso a este a través de Internet o una conexión LAN. Los usuarios pagan por el uso de la plataforma y controlan el modo en que se utilizan las aplicaciones a lo largo de su ciclo de vida.